Hoy mi amiga Xime ha partido en un viaje. Es un viaje muy especial, porque dice relación con su búsqueda, su sueño y el seguir los impulsos de su alma. La conocí hace ya varios años y nunca me olvidaré que desde el primer momento, casi sus primeras palabras (no fueron 'agú'..nooo! pero casi...porque 'ahu' se le parece) se refirieron a su soñada Isla de Pascua. Todo giraba en torno a la Tapati, pehe koe? riva riva...Tongariki..Mata' toa...y sus ojos de largas pestañas se entornaban buscando en su mente imágenes y sensaciones. 'Yo sé que soy de allá' me decía. Muchas veces llegaba corriendo a contarme 'Soñé con la Isla!'. Y pasaron los años, tampoco tantos, pero los suficientes como para al mismo tiempo de sorprenderse, uno se alegrara de que ella decidiera emprender su sueño. (Tantos que dejamos inconclusos!!) Y hoy (ya debe haber llegado) estará envolviéndose en un manto insular, donde en el ombligo del mundo podrá vivir lo anhelado, rodeada de ese azul intenso del mar Pacífico, y del aroma dulce de las flores polinésicas y de los campos agrestes. Dicen que Hanga Roa está más ciudad y que los caballos ya no corren tan libres como alguna vez. Pero de seguro, Ovahe seguirá con su arena rosada y mar turquesa; del Rano Raraku emanará la magia en luna llena y mi amiga Xime buscará en su alma el lugar al que pertenece. ¡tremendo viaje interior! ¡Qué valiente tal coherencia! ¿No creen?... Y tú, Xime ¿pensaste que ibas a ser tema de mi blog?? Jaja!!
(Foto ilustrativa de mi amigo Marc Fasol)
(Foto ilustrativa de mi amigo Marc Fasol)