martes, 8 de mayo de 2007

Una Simple Sorpresa


Ayer al regresar a casa después de un día de muchísimo trabajo y reuniones, abrí la puerta del departamento para encontrar en el arrimo de la entrada un florero con tres hermosas calas (que me encantan!) y un corazón que decía 'KEYO'. Sólo la Isi podía ser, y ese maravilloso gesto de mi hija me puso gordito el corazón. Todo el cansancio, la pesadez del día, el frío, se me pasó con esta simple sorpresa. La agarré a besitos y ella me contó que venía con sus amigos de la universidad cuando vió a un señor vendiendo estas calas en una de las esquinas de la calle. 'mamá, las ví y como sé que te encantan ¡te las tuve que comprar!'. Y ahí están, en mi dormitorio, acompañándome y poniendo una sonrisa en mis labios cada vez que las veo. Me encanta ser mamá!!